Esclavos de sus palabras
Esclavos de sus palabras
A la UDI le cuesta hacer buena política. Eso se nota en la forma en que enfrenta las acusaciones y analiza el escenario político.
Es clave cómo se enfrenten las acusaciones. El cultivo de la sospecha como práctica política no respeta ni a propios ni a ajenos. Le toca a la UDI responder ahora ante acusaciones graves relacionadas con la compra de un testigo.
Pero más importante que esto, es que se trata del cultivo de la sospecha. Las acusaciones se tienen que probar, no basta con que se presenten. Menos que se “intuyan” que son verdaderas. Hay que tener prudencia para esperar que se despejen las incógnitas.
No toda actuación de un militante compromete de inmediato a su partido. Lo que se está investigando es la “compra” de un testigo, cómo se produjo y si ello es responsabilidad institucional de una organización política. Hay que dejar que la justicia investigue y sancione lo que a ella le corresponde.
La derecha tiene una dificultad congénita para absorber las situaciones difíciles sin agravarlas. Simplemente no puede mantener la calma. Jovino Novoa reaccionó sin mesura y, por tanto, agregó problemas a su partido en vez de prepararlo para los embates. Antes de sus palabras, la UDI tenía un problema, pero cuando terminó de hablar tenía dos: el judicial que hay que dejarlo en su espacio natural, y el político, sobre el cual todos podemos opinar con pleno derecho.
Los dirigentes de la UDI se han convertido en esclavos de sus palabras. Estamos notificados: cuando un militante de la UDI se vea acusado por una falta, su partido no negará la acusación, ¡negará la militancia del afectado! Santo remedio. Cuando se tiene que hacer el “trabajo sucio,” algunos califican. Pero si empiezan las dificultades, entonces los demás deben creer que actuó solo y por su cuenta.
Se pide demasiado. Se pide no tener memoria. Olvidar que durante meses el mismo “no militante” UDI, daba entrevista tras entrevista a los más diferentes medios, opinando sobre la pertinencia de la forma de actuar del gremialismo, para investigar por sus medios. Ahora, que pasa de investigador a investigado, nadie se acuerda de él.
La UDI no asimila la idea de que estamos en democracia. La amnesia colectiva no funcionó ni siquiera en dictadura. Pretender que esto pase ahora, sólo porque al presidente de la UDI se le ocurre, es pedir lo imposible. Por esto es que se agrega un problema y se hace un nudo dentro de un lío. El mismo error básico de la oportunidad anterior.
La UDI sabe agredir con saña, pero se defiende muy mal. Tartamudea mucho cuando no está gritando. Con una conducta tan anómala, sólo logra hacer evidente que se encuentra ante un tema que le incomoda hasta el extremo. Un área en la que no tiene respuestas. Tiene excusas malas, muy malas.
Pero la situación es más compleja aún. Se pudiera pensar que es una situación que afecta a Novoa en exclusiva. O, más bien, que la presidencia de la UDI provoca un comportamiento en extremo peculiar a quien ocupa el puesto.
El asunto no parece detenerse ahí. Las dificultades para adaptarse a las nuevas condiciones pueden llegar a ser un gran problema para la derecha. De esto ha dado alguna señal el propio Longueira, el cual sinceramente espera que Lavín entre luego en campaña, porque “una vez que empiece la campaña, Lavín va a volver a ser el fenómeno que fue. Porque en el país nada ha cambiado en estos cuatro años”.
No obstante, lo más probable es que sea mucho lo que ha cambiado en estos años. Resulta sorprendente que quienes hicieron del cambio el mensaje básico de la campaña presidencial anterior, se resistan tanto a la idea que los cambios sociales y políticos no se detienen. Como si desearan que las cosas hubieran permanecido estáticas desde la competencia anterior.
Pero más de algo cambió y todavía puede cambiar más. Ha cambiado a favor la adhesión al gobierno y al Presidente Lagos. Ha cambiado a favor la percepción económica y las expectativas futuras para el país y para las personas. Ha cambiado la percepción de los candidatos: a favor en el caso de figuras de la Concertación y con tendencia a la baja en el caso de Lavín. Ha cambiado el conocimiento que los electores tienen de los líderes: la novedad pasó de la oposición (que se repite con el mismo haciendo lo mismo) al oficialismo (donde emergen figuras nuevas).
Y si la inscripción pasa a ser automática, la situación cambiará todavía más a favor de quienes estén dispuestos a ver la realidad tal cual es, no como quisieran que fuera. Comprometer más ampliamente a las personas en la práctica de la ciudadanía, refuerza en forma decisiva la democracia, y es vital para una mejor calidad de la política.
Un electorado más viejo vota por lo que le tocó vivir en el pasado. Condiciona su voto a las grandes divisiones de la ruptura democrática y de la recuperación de la misma. Un electorado mas joven define su voto por lo que esta ocurriendo hoy, y por lo que ahora se haga o deje de hacer.
Por ello no favorece esta medida a un bloque sobre otro, sino que a aquellos que, en cada bloque, están dispuestos a actualizar sus ideas y sus acciones. Como sea se trata de un remezón democrático.
¿Está preparándose la derecha, en particular la UDI, para un país que tenga más y mejor democracia? Sinceramente, es para dudar.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home