viernes, abril 04, 2008

Cada cual a su puesto

Cada cual a su puesto

Vea bien: hay uno cerca suyo

Un candidato presidencial se detecta fácilmente: es aquel que no niega sus pretensiones. Cuando alguien no tiene la menor intención de llegar a La Moneda, tampoco tiene ningún inconveniente en descartar desde el principio tal posibilidad. Cuando no lo hace, es porque está interesado.

Que alguien avance más en la línea de hacer explícitas sus intenciones, tiene mucho que ver con el sentido de la oportunidad y el manejo de los tiempos. Ocurre que declarar abiertamente una candidatura tiene muchas consecuencias prácticas. Lanzarse antes de tiempo puede ser un gran error, o puede producir un desgaste anticipado que atente contra los planes del interesado. Por eso no se está actuando de mala fe, se está avanzando tanto como se puede y tanto cómo es posible.

Así, por ejemplo, Camilo Escalona está en lo cierto al decir que Ricardo Lagos está disponible. Porque cuando este último señala el mecanismo por el cual no le agradaría ser nominado candidato de la Concertación, lo que está afirmando es que, si se utiliza otro procedimiento más adecuado, entonces sí se puede contar con él. Pero, como todos sabemos, no es el único.

Naturalmente en política se acostumbra pensar que toda actuación pública de un líder se realiza midiendo con anticipación hasta el último detalle. Las personas que así piensan suelen vivir felices, están convencidas de todo es parte de un plan y que cada cosa acontece por estar prevista.

Lo más significativo es que las aspiraciones referidas a la próxima presidencia están rondando en la cabeza de los más directamente implicados. En otras palabras, la competencia por llegar a La Moneda, ya está entre nosotros.

En el caso que nos ocupa, hay que partir planteándose qué es lo mejor para el país y la Concertación, y, luego, dedicarse opinar sobre instrumentos y procedimientos pertinentes a ese objetivo. Todos los que corren tras la primera liebre que aparece, no están cumpliendo el papel de guías sino que están dejándose guiar.

Hay que ir directo al tema de fondo. A la pregunta de si es bueno que la Concertación cuente ya con candidatos presidenciales perfilados, la respuesta es, sin duda, que sí.

La igualdad de condiciones desde la partida

Un conglomerado de gobierno no puede actuar en el vacío. Al frente tiene una oposición encabezada por un candidato presidencial en campaña, la cual –por si alguien no se ha dado cuenta- incluye el uso frecuente de giras internacionales. El método ha sido probado en otras latitudes y no da malos resultados: consiste en asumir una estrategia en la que, literalmente, se sobrevuelan los problemas, mientras los demás discuten allá lejos, pegados a la tierra.

Además, se aproxima la elección municipal y, durante el transcurso de este año, los principales liderazgos nacionales se abocarán al respaldo de los candidatos locales. Los aspirantes a alcaldes y concejales que no estén acompañados, se encontrarán en desigualdad de condiciones con sus oponentes.

Por último, se necesitan personas que en concreto capitalicen el apoyo de la Concertación tiene a nivel nacional y que, de momento, sólo se hace sentir por su ausencia en las mediciones públicas.
Así que contar con figuras presidenciales destacadas no es un lujo o una impertinencia. Es lo que se necesita.

El problema no estriba en que existan personas que dan a conocer sus aspiraciones y que busquen apoyo y respaldo ciudadano. Lo decisivo está en escoger procedimientos integradores a los que todos se sujeten, en el momento en que se inicia la etapa previa a la competencia interna. Que esto se logre sólo en parte es tarea de los precandidatos. Es, sobre todo, responsabilidad de la coalición en su conjunto.

Los candidatos hacen su mejor esfuerzo para perfilarse. Esto quiere decir que se presentan en oportunidades escogidas, recorren el país y emiten mensajes que buscan obtener un alto impacto público. Pero no es posible que cada cual esté haciendo lo que quiera, del modo que le parezca y a la hora que se le ocurre. Un cierto reglamento de buenas formas y mejor tino ha de imponerse para todos.

Se ha repetido mucho la idea de que el lanzamiento de la campaña presidencial perjudicaría enormemente al gobierno y a la actual mandataria. Esto es algo tan repetido como falso.

En realidad, lo que puede perjudicar el buen funcionamiento del gobierno son dos situaciones a evitar. Por una parte, es deseable la aparición de un número plural de candidatos presidenciales en la Concertación, pero no lo es que se llegue a producir un desequilibrio entre los aspirantes por una partida desordenada en la que solo algunos de ellos entran en acción.

Lo que en todo momento ha de evitarse, como siempre se ha debido hacer con anterioridad, es no caer desde el Ejecutivo en la defensa unilateral de alguno de los aspirantes. El gobierno es y debe ser siempre la casa común de toda la Concertación. Mientras esto sea así todo estará en orden.

Por otra parte, es importante que no se produzca un contraste tal que el conglomerado de oposición sea el único con candidato en cancha, mientras todos los del otro bloque esperan para no arriesgar el desgaste anticipado.

Pues bien, no es esto lo que está ocurriendo ahora y lo que se proyecta en el futuro inmediato. Lo que tenemos es una situación desequilibrada.

Cuando se da la largada, todos parten

Muchos recordarán que en los anteriores comicios locales, la derecha cometió el desatino de “presidencializar” la campaña municipal, cuando contaba con sólo un candidato. Esto motivó a que la Concertación tuviera que hacer otro tanto. Pero en su caso se contaba con un número mayor de figuras de primer nivel, que concitaba el interés público donde quiera que fueran.
Los resultados están a la vista. Fue un ejemplo de manual de aquello que no se debe hacer.

La moraleja de toda esta historia es simple: si la carrera presidencial es iniciada por uno de los dos bloques políticos, el otro no se puede quedar atrás. Si todos quienes pueden ser abanderados de un conglomerado están en terreno, colaborando conseguir un buen resultado, con un mensaje positivo que aportar y explicitan su apoyo al gobierno, entonces no hay nada que temer.

Hay que aclarar, eso sí, que en ningún momento se está hablando de proclamaciones públicas y formales. Esta es una decisión optativa y propia de cada partido. Cada cual sabrá cuál es el mejor momento para oficializar la nominación de su candidato o candidata. Aquí no nos referimos a las formalidades sino de las acciones reconocibles por el ciudadano común.

Hay otra razón para apurar el paso. Y es que el mensaje de futuro necesita encarnarse en personas concretas. El gobierno debe especializarse en demostrar que la Concertación sabe cumplir con sus compromisos. Puede mantener la iniciativa política en todo momento. Puede prestigiar y elevar el tono del debate público. Puede hacer visible lo grandes avances que el país ha experimentado y acelerado los últimos años. Pero no es el Ejecutivo el encargado de señalar el rumbo más allá de su período.

El Ejecutivo tiene que llenar su propio espacio. Lo que el gobierno debe conseguir es la ejecución integral de su programa, entregar conducción política de calidad en el periodo electoral y la mantener un buen clima de convivencia democrática. Todo lo que garantice la prosecución de estos objetivos, son buenos para la administración Bachelet.

Al gobierno le conviene no estar solo en la entrega de mensajes positivos. Por eso tener primeras figuras en predisposición de campaña pública es una fuente de energía renovada puesta a disposición del país. Esto también se necesita y hay que trabajar para que se produzca.

La acusación constitucional contra Yasna Provoste causará muchos más efectos que los que imaginan sus impulsores. Una reacción se ve venir junto con un cambio en el estado de ánimo. En paralelo, ha empezado una tendencia hacia un mayor apoyo el oficialismo. Mucho va a pasar en poco tiempo.

Tras lo cual hay que decir que los candidatos les ha llegado su tiempo. Es algo que tienen que ver con las condiciones ambientales y con una necesidad real. Cada cual sabe que ha llegado la ocasión y que no hay que desperdiciarla. El que no se da cuenta de algo tan básico –y no llega a tiempo- no sirve para el puesto al que aspira.

1 Comments:

At 11:28 a. m., Blogger Gabriel said...

Estimado Víctor:
Mi anterior cuenta de correo electrónico caducó y deje de recibir tus cometarios en forma directa.
Te agradeceré incorporarme de nuevo en tu lista de correos para recibir periódicamente tus comentarios.
Mi nuevo correo es gabrielalvarezvilla@123mail.cl
Muchas gracias y un fuerte abrazo desde Rancagua.
Gabriel

 

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