viernes, mayo 05, 2006

El fin del recreo

El fin del recreo

Víctor Maldonado


Las semanas decisivas


Entrando ya en las proximidades del 21 de mayo, el gobierno de Michelle Bachelet puede empezar a respira con mayor tranquilidad. Ha superado el período más complejo de la instalación de las nuevas autoridades, sin turbulencias mayores y sin dificultades que provocasen reacciones en cadena.

En efecto, tendremos que acostumbrarnos a que los gobiernos cortos definen su suerte en las primeras semanas, de un modo mucho más acentuado que la de sus predecesores inmediatos.

Como es natural, en nuestra retina queda mucho más grabado el modo en que los gobiernos terminan, mucho más que por la manera en cómo ellos empiezan. Pero, apenas ordenamos mínimamente nuestros recuerdos podremos evocar que, tanto el gobierno de Frei como el de Lagos tuvieron –en la partida- extensos períodos de adaptación.

En ambas casos, la figura presidencial mantuvo un apoyo popular significativo, pero sus gobiernos no eran tan ampliamente respaldados en cuanto a su gestión.
En la práctica, el afiatamiento de los equipos de primera línea no demoró menos de dos años. Los cambios ministeriales en el tercio inaugural de ambos mandatos fueron significativos.

Es más, se puede decir que, a poco andar, el tema del ajuste de figuras para producir una auténtica partida en regla, era un debate tan abierto que se podía seguir por los medios de comunicación.

Como se puede entender con facilidad, que gobiernos de seis años se demoren dos en afiatarse, constituye una complicación, pero que esto le llegara a ocurrir a uno que dura cuatro años hubiera sido un auténtico drama.

Circunstancias y méritos han confluido para que el gobierno de Bachelet esté comparativamente en mejor pie que las de sus antecesores, en etapas comparables.

Por un lado, las circunstancias son inmejorables: alta popularidad de la mandataria; mayoría parlamentaria para legislar; oposición en reflujo; economía en crecimiento sostenido; y ausencia de mediciones electorales en el horizonte inmediato. Bachelet partió bien, en parte importante, porque Lagos terminó bien.

La conexión con lo concreto

Por otro lado, sería bien mezquino desconocer que no todo se ha debido a un entorno favorable. Con seguridad esta es la administración más sensible a las limitaciones que impone el tiempo disponible. Por eso se puede considerar un acierto el enfocar el conjunto de la acción de gobierno en un plan acotado de acciones –de exigente implementación- para los primeros cien días.

En comparación con ocasiones anteriores, se cambio el orden en que se busca concentrar la atención ciudadana (lo inmediato, ahora; la gran línea de conducción, después) y ello se aglutinó a la plana mayor de la administración desde el inicio.

Se estará de acuerdo en que, en el contexto, este modo de proceder en bastante sensato. Lo más difícil de establecer para un gobierno es la coordinación entre autoridades, pero esta es mucho más fácil de aceptar cuando estas se producen junto con asumir los cargos, por motivos conocidos y para metas acotadas.

Anteriormente, lo usual era partir estableciendo la gran línea estrategia pero, como de ella no se desprende una sola forma de proceder, bien podía ocurrir que muchos en la primera línea queden igualmente desorientados para el proceder en la coyuntura.

Bien puede ser que el amor por lo concreto llegue a ser reconocida como una de las características sobresaliente del primer gobierno dirigido por una mujer.

Por lo mismo, en este caso ocurrirá que las explicitaciones en fino de más largo plazo serán posteriores a la conformación fogueada de los grupos de dirección.

Muy en concordancia con lo anterior, se ha puesto un renovado acento en la conformación humana de los equipos. Los lazos de confianza y afecto ahora tienen que ser cultivados antes que supuestos.

Cuando Aylwin llegó a La Moneda, sus colaboradores en los ministerios habían tenido tiempo de sobra para establecer vínculos que eran mucho más que políticos. No por nada, recuperar la democracia requirió un trabajo mancomunado de años.

Obviamente, una situación tan excepcional no se ha vivido nunca más. Pero quien crea que las tareas nacionales se mantienen por sí mismas por la pura virtud de las políticas públicas, no ha estado nunca en un gobierno. Se tiene la necesidad permanente de renovar la amistad cívica y no solo cívica, entre quienes tienen que llevar a la práctica las tareas principales.

El ajuste en los liderazgos

Así que se puede decir que el gobierno ha dispuesto de espacio y del tiempo (bien empleados por lo demás) para producir el ajuste entre las personas y sus cargos, y, también, entre autoridades que se requieren coordinar. Pero, además, ha influido notablemente en esta instalación sin excesivos sobresaltos un hecho muy importante que proviene de los partidos políticos.

Lo que ha ocurrido es que casi todos los partidos han estado vueltos hacia dentro, renovando sus directivas y sus liderazgos.

En los partidos, se han estado dando los resultados esperados en las elecciones internas. Probablemente, esta tendencia continúe.

En la Concertación, lo que estos resultados están perfilando es la selección de liderazgos con interlocución directa con La Moneda y que, probablemente empleen vías de comunicación sin mediaciones innecesarias.

Lo que está ocurriendo es que los equipos directivos de los partidos son los encargados de las tareas internas partidarias, pero es en la presidencia de estas organizaciones donde se está concentrando la relación con los demás actores significativos.

De modo que las directivas están reuniendo legitimidad interna y vinculación ciudadana a través de liderazgos de figuración nacional.

Un cuadro de estas características puede llegar a permitir una expedita decisión política aún en temas complejos. Si ello llega a concretarse en la difícil prueba de la legislación sobre subcontratación, sin duda se inaugurará un camino de transito frecuente.

En la Concertación el último partido que completa su elección interna es el PPD poco después del mensaje del 21 de mayo. También las directivas de la oposición terminan por renovarse en estos días.

Por lo mismo, los actores políticos tienen un despertar en cadena en el lapso de pocas semanas. Contarán con direcciones fortalecidas que saben que tienen que ejercer un rol de apoyo o de fiscalización del gobierno, según en caso, pero que siempre han de hacerlo marcando una perspectiva distintiva que los caracterice.

De más está decir que nos acercamos a un escenario bastante diferente del actual. En ese momento las tareas no se bastarán a si mismas. Requerirán de estrategias que las respalden.
Se puede decir que, como nunca, todos los partidos tienen plena conciencia de que requieren marcar su rumbo, no por meses sino por períodos más largos. Cada cual sabe si le falta estructura nacional, perfilamiento de sus lideres, elaboración de planteamientos, formación de militantes, renovar su imagen pública o todas las anteriores.

Con los partidos de vuelta al escenario, con el gobierno posicionado, con una oposición con tiempo suficiente para recuperar la compostura y una opinión pública que se nota cada vez más madura y atenta, entramos a una nueva etapa.

2 Comments:

At 11:15 p. m., Anonymous Anónimo said...

Amigo Victor, te cuento que el proximo 13 de mayo, será la proxima reunión de corresponsales de EL RANCAHUASO, el luegar está proximo a confirmarse.

 
At 4:59 p. m., Anonymous Anónimo said...

¡Hola, amigo Victor¡ Mañana sabado 13 de mayo, a las 7:00 PM, será la reunión de corresponsales de EL RANCAHUASO, en nuestras nuevas oficinas (Cachapoál 420, esq. Valparaiso [casa esquina verde]).

 

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