sábado, enero 16, 2010

Un final en competencia estrecha

Un final en competencia estrecha


El riesgo de última hora

La candidatura de Frei enfrenta el final de la campaña en su mejor momento y habiendo superado el mayor de los riesgos. Lo que se avizora por parte de los observadores más calificados es una llegada estrecha y eso es un logro activamente conseguido por la campaña concertacionista.

Sin duda, la campaña oficialista pasó por un momento de peligro, porque el mayor error que puede cometerse en una competencia presidencial es distanciarse del objetivo principal e incentivar las diferencias internas.

Por supuesto, nadie comete un error a sabiendas sino con las mejores intenciones. Y fue eso lo que sucedió en el caso de las renuncias parciales de los presidentes de partidos.

A muchos les pareció del todo natural que el acercamiento a Enríquez-Ominani y a su electorado se produjera mediante un gesto significativo de este estilo. Como, además, las renuncias habían sido un tema abiertamente debatido con anterioridad en los medios de comunicación, casi se tomó como algo esperado y hasta necesario.

Sin embargo, tomar medidas de estas características no tiene un efecto exclusivo sobre la campaña, sino también en los partidos y en la coalición del gobierno. Si se consideran todas sus implicancias a la vez, la suma de los efectos no permitía pensar en un resultado positivo para la candidatura de Frei, ni tampoco se podría suponer que sus implicancias se detuvieran el 17 de enero.

Hay condiciones indispensables para que una medida como la renuncia de los presidentes de partido fuera positiva: debía contar con el apoyo del propio candidato; había de ser concordada entre los que debían renunciar (para actuar como coalición en un paso clave); y se necesitaba que se pudiera concentrar con rapidez todo el esfuerzo colectivo en ganar la campaña presidencial.

Nada de esto se cumplía: Frei había declarado que este asunto era para ser tratado después de la segunda vuelta; las renuncias de los presidentes de partido fueron decisiones individuales conocidas por pocos con anterioridad; y el descabezamiento de dirigentes en el tramo final de todas formas provocaba un período de reacomodo para el que no se disponía de tiempo.

Sin entrar en el mérito del gesto, lo efectivo es que se abría un segundo frente de preocupaciones en la oportunidad menos propicia que se pudiera imaginar.

La incógnita perdurará hasta el final

Afortunadamente las dos últimas semanas de campaña dejaron en la agenda exclusivamente los aspectos relacionados con la definición presidencial, ubicando en un segundo plano un debate amplio que retomará centralidad después de este domingo, con lo cual cada desafío queda ubicado en el espacio que le corresponde.

En cualquier caso, hay un cierto consenso amplio que el mensaje ciudadano de primera vuelta no puede ser desconocido. No por nada Frei declaró hace poco que “hay una forma de hacer política que se agotó”, y eso resulta tan cierto para la Concertación como para la derecha.

Tal vez sea pertinente consignar tres o cuatro datos significativos que se desprenden del reciente acto electoral. Primero, hay que tener en cuenta que el promedio de edad de los senadores que concluyeron su período en esta oportunidad es de 67 años, y que quienes los reemplazan tiene como promedio de edad menos de 50 años; ¡17 años de diferencia!, algo nunca visto.

En segundo lugar, que la cámara de diputados renovó sus integrantes en un 38% en el caso de la Alianza y en un 28% en el caso de la Concertación. En tercer lugar, que los conglomerados principales y el PC representaron en 2005 el 97 por ciento de los votos y ahora representaron el 87 por ciento de los sufragios para el Parlamento.

En otras palabras, la Concertación ya renovó sus liderazgos en el senado, la derecha aprovechó más la oportunidad en la Cámara y el sistema binominal no está conteniendo una diversidad mayor de la sociedad chilena: simplemente es un traje que le está quedando chico al país.

Nuestra sociedad es más pluralista, valora la diversidad y aspira a una mayor equidad en sus diversas facetas. Si alguien lo duda, tal vez debiera detenerse a pensar que esta es la primera vez en nuestra historia en que un porcentaje similar de mujeres (entre 13 y 14 por ciento) las representan en ambas cámaras del Congreso. Quizá sea poco, pero es una cifra promisoria que nunca se había dado y que puede ampliarse.

En fin, por donde se mire, queda claro que lo que está en discusión no es si se renueva o no la política chilena, sino quiénes encabezarán el proceso y cuáles, organizaciones constituirán una nueva mayoría.

Puede que, en un inicio y en medio de lo que parecía una tendencia general a la dispersión y el fraccionamiento, hasta ahora hayan destacado los díscolos y las expresiones de ruptura. Pero eso ya toca a su fin.

Viene el tiempo de los convocantes, de los integradores, de los que apuestan a las soluciones que perduran. Ha llegado el momento para confluir, y los que no entiendan ya pertenecen al pasado, aún cuando ellos mismos no los sepan.

El día D

Lo que quiero decir con todo lo anterior es que los temas políticos que interesan a la ciudadanía, y que no tienen que ver con la decisión del 17 de enero, ya han tenido un cause de expresión previo a la definición presidencial.

El que haya querido mandar un mensaje al conductor de un partido lo ha podido hacer. Quien es crítico de la Concertación ya se lo hizo saber. Quienes quieren cambio han visto la renovación de rostros y mensajes en la segunda vuelta. Quien esperaba ver a la centroizquierda unida antes de decidirse ya no tiene que seguir esperando.

Luego del 13 de diciembre los aciertos han sido mucho más numerosos en el oficialismo que en la oposición. La campaña de Frei se encontró con el entusiasmo y la movilización amplia en el último recodo del camino, y ha tenido un término de campaña vibrante.

Los hitos de la recuperación concertacionista son claros: una reconstitución del comando completamente acertada; una incorporación masiva de voluntarios y, en particular de figuras del mundo de la cultura y las comunicaciones; una franja de televisión verdaderamente optima; un debate presidencial que dejó al candidato concertacionista como claro triunfador; la decisión de Enríquez-Ominami en el momento justo; y, una reiteración de su apoyo a Frei por parte de la Presidenta Bachelet, que dejó sin conducta a la derecha. Nada de esto tuvo un equivalente en la campaña de la Alianza, que se volvió monótona y más triunfalista que triunfadora.

No cabe duda que la campaña de Piñera ha encarado la segunda vuelta como una continuación de la primera, sin nuevos énfasis y sin nuevos brios.

En realidad, se cometió un error importante que no se supo subsanar a tiempo. Se puede considerar como un tropiezo su anuncio inicial de que ningún personero de la dictadura tendría un puesto de responsabilidad de un eventual gobierno del empresario, porque fue seguido de una especie de disculpas públicas posteriores que disolvieron el efecto esperado.

El episodio es muy significativo. Piñera comete los errores del que se siente seguro. Para convencer indecisos hace un gesto que deja enterrado el pasado y sus actores. Sólo para descubrir que la derecha no está dispuesta que le entierren sin aviso a una parte significativa de su dirigencia únicamente porque beneficia a su candidato. No están dispuestos a ceder en lo fundamental y es eso lo que han notificado a todos.

En fin, la oposición tuvo una mejor campaña en primera vuelta y la Concertación ha predominado en la segunda. El logro de esta última ha sido dar alcance a alguien que ya se daba por ganador. Esto ha dejado el resultado dentro del margen de error de las encuestas, lo que ha animado a muy pocos a arriesgar una predicción.

A la postre la gran mayoría de la población ya ha definido por quién votar sopesando lo que ha pasado en tiempos largos. Las fuerzas están equilibradas. Unos pocos desequilibrarán la balanza presentándose a votar (con lo que gana Frei) o quedándose en su casa (con lo que gana Piñera). Todos han hablado y ahora se hace el silencio para que Chile se exprese en las urnas.